En sociedades como la subsahariana, la agricultura familiar o de subsistencia es el primer eslabón de la cadena de la alimentación. Los agricultores, las productoras y las cooperativas que les dan cabida están estrechamente ligados a sus comunidades. 

En muchas ocasiones, los/as trabajadores/as del campo conocen realidades que no son accesibles a los gobiernos regionales o estatales. Por ello, es indispensable la colaboración directa entre gobiernos y agricultores, y abordar los desafíos económicos, sociales y ambientales que el desarrollo sostenible plantea. 

Más allá de intervenciones inmediatas que respondan a la situación de emergencia actual, los países pueden aprovechar esta oportunidad para implementar soluciones permanentes que promuevan un cambio hacia sistemas alimentarios más sostenibles.