Uno de los sectores económicos que más ha sufrido la pandemia a nivel mundial ha sido sin duda la industria cultural. Para el caso concreto africano, este sector tiene un rol clave dentro de la contribución al PIB, por lo que la Unión Africana, a través de la declaración del 2021 como año dedicado a la cultura del continente, parece instar a los estados miembros a invertir en el patrimonio africano como vehículo de cohesión regional y promoción de la economía nacional.

Además, a nivel social la industria cultural africana ha jugado un papel principal a la hora de sensibilizar y prevenir la propagación del Covid-19, lo que nos puede dar a pensar que la reestructuración económica derivada de la pandemia podría ser una gran oportunidad para examinar las prioridades del continente, y poner en valor la cultura africana desde un punto de vista transversal.